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Indlæser... La Naturaleza de la memoriaaf Annie Besant
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La Memoria (Fragmento cap. I)
La memoria es una función de la mente, y la respuesta dada a la pregunta “¿Qué es la Memoria?
Debe cambiarse en la respuesta dada a una pregunta más importante: ¿Qué es la Mente?”. ¿Es un
Yo o un Ego, del que la Mente, como sabemos ahora, forma parte? ¿O es la mente tan sólo el
resultado de la materia en movimiento, o sea que el Yo no tiene una existencia real? ¿Acaso es la
mente algo más que una sucesión siempre cambiante de percepciones y cúmulos de percepciones,
y éstas son el resultado de la actividad nerviosa que responde a los estímulos periféricos y
centrales?
¿O es un modo definido de ser, con percepciones et hoc genus omne tan materiales
como aquello en que se ocupa, con facultades que percibe, reproduce, recoge, concibe; pero no
tanto como un todo que ha de identificarse con sus actividades funcionales como el cuerpo en su
conjunto consiste en comer, respirar y digerir?
El famoso argumento de Hume, en las secciones quinta y sexta de su “Tratado de la Naturaleza
Humana”, parte IV, será familiar al estudiante, pero aquí deseo recordar los resultados de su
introspección:
“Por mi parte, cuando penetro más íntimamente en lo que llamo yo mismo, siempre
tropiezo con una u otra percepción particular, de calor o frío, de luz o sombra, de dolor
o placer. Jamás puedo captarme YO MISMO, en ningún momento sin una percepción.
Cuando, por algún tiempo, pierdo mis percepciones, como en un sueño profundo, me
siento insensible de MÏ MISMO, y puedo creer que realmente he dejado de existir.
Y si mis percepciones las perdiese por la muerte, y no pudiera ya pensar ni sentir, ni ver, ni
vivir, ni odiar, tras la disolución de mi cuerpo, estaría completamente aniquilado, pues
no concibo qué sería necesario para convertirme en una perfecta no entidad. Si
alguien, después de una reflexión elevada y carente de prejuicios, piensa tener una
noción distinta de sí mismo, debo confesar que no podré razonar con él. Lo único que
puedo concederle es que puede tener razón, lo mismo que yo, y que somos
esencialmente diferentes en este particular.
El puede quizá percibir algo sencillo y continuado a lo que llama sí mismo, aunque estoy seguro de que en mí no existe tal principio. Pero, dejando de lado a algunos metafísicos de este estilo, me aventuro a afirmar acerca del resto de la Humanidad, que solamente se trata de un puñado o una
colección de percepciones diferentes, que triunfan entre sí con inconcebible rapidez, y
se hallan en perpetuo flujo y movimiento.”.
En consecuencia, Hume niega la existencia del Yo y explica que la sensación de la identidad
personal se deriva de las relaciones entre los objetos percibido...