Narrativa cortesana
Son textos narrativos de discutible calidad, que atraen a un sector de la sociedad decadente y ávida de experiencias exóticas y rocambolescas. La concepción que va a guiar la creación de estos relatos no es diferente, “mutatis mutandis”, de aquélla que guía la creación de las otras formas narrativas de este siglo: la integración de asuntos, temas, personajes, formas y géneros poéticos. Pero, al mismo tiempo, se halla la presencia paradójica de un sentido estructural desintegrador y fragmentario que busca la ruptura del proceso narrativo con interrupciones en la acción y el predominio de lo episódico.
Se trata de un tipo de literatura de evasión que es el correlato en prosa a la comedia de capa y espada, con la que tantas cosas tiene en común, coincidencia que es algo aceptado ya poco menos que unánimemente por la crítica actual en tanto que sus personajes más característicos coinciden en casi todo (desde la convencional onomástica hasta su modo de sentir, de actuar y de expresarse) con los propios de la citada especie teatral.
Se trata de una narración breve de ambientación urbana, casi siempre de temática amorosa, con ingredientes costumbristas, picarescos, pastoriles y ecos de las narraciones medievales de Chaucer y la novelística italiana más decente y menos anticlerical a los rigurosos criterios de los inquisidores españoles (novellieri como Giovanni Boccaccio y sus más honestas piezas del Decamerón; Giambattista Giraldi Cinthio y su Hecatonmiton; Mateo Bandello y sus Novelle, Gianfrancesco Straparola y sus Piacevoli notti -Placenteras noches-; Franco Sacchetti y sus Trecentonovelle; Masuccio Salernitano y su célebre Novellino; Agnolo Firenzuola y Le Novelle; Parabosco y sus I deporti; Ortensio Lando y sus Alcune novelle, etcétera). Quedaron pues excluidos e inéditos hasta el siglo XVIII los novellieri más licenciosos, anticlericales y menos asimilables, como El Lasca, Forteguerri y Fortini. De más cercana influencia podría considerarse el Heptamerón de Margarita de Valois y Navarra y los relatos pastoriles de Jorge de Montemayor.
Se produce, de manera similar, una mezcla de mitología, Ariosto, de quien toman la manera de concebir los afectos, el dolce stil nuovo del siglo XIII y del amor platónico de Ficino del siglo XV, así como la tradición cortesana y el estilo neoplatónico de Italia. Se debe a fuentes italianas la mezcla de prosa y verso. La influencia de Boccaccio se limita sólo al terreno arquitectónico y formal, según algunos críticos italianos. Se utilizan recursos de la novela pastoril, específicamente, y los artificios narrativos de la novela griega, que aprovecha con asiduidad.
Narrativa cortesana caballeresca:
Fueron un tipo de narraciones medievales de los siglos XII y XIII, llamadas roman courtois en Francia y chivalric romance en Inglaterra, escritas en prosa y verso y muy populares dirigidas a los círculos aristocráticos y de la alta burguesía, representan el amour courtois o amor cortés. Estas narraciones, diferentes a las canciones de gesta que se inspiraban en la materia de Francia, los romans o romances caballerescos estaban inspirados en la materia de Roma o en la materia de Bretaña, antiguas leyendas autóctonas europeas de temas caballerescos, pero con un hondo sentido filosófico cristiano: géneros y especies, categorías y símbolos, llegaban por caminos distintos, pero convergentes, en la corona suprema de la sabiduría teológica.
Bajo ese esquema ideológico, se acuñaron relatos de aventuras de caballeros, de emoción, de intriga y de vida; cruce de lo caballeresco y cortesano de la narrativa francesa –los “fabliaux”– y de la lírica trovadoresca con lo burgués que empieza a despuntar para la literatura, todo ello dentro de una concepción espiritual de tipo franciscano y con ciertas reminiscencias del mundo oriental, que sirve de marco para que aparezcan personajes, escogidos entre el caos de la vida humana en un período de transición.
Esta narrativa cortesana caballeresca es un constante fluir humano, con sus pasiones, sus dolores y sus alegrías; unos hundidos en lo más profundo del pecado, otros llevados a la más alta perfección espiritual; unos ignorantes y otros llenos de sabiduría. Bullen, cálidos de vida, mercaderes y artesanos, obispos y payeses, abades y cardenales, tahúres y goliardos, caballeros y rameras, ermitaños y pobres, juglares y burgueses, avaros y lujuriosos, vanidosos, pecadores y arrepentidos, todos ellos palpitantes, vivos, pero como trasfondo, como encuadre a la acción narrativa e ideológica que le es propia.
Alemania
• Hartmann von Aue (c. 1160-70 - c. 1210-20): Erec; Iwein; Gregorious; El pobre Enrique.
• Gottfried von Strassburg (died c. 1210): Tristan.
• Wolfram von Eschenbach (c.1160/80 - c.1220): Parzival
Cataluña
• Raimund Llull (1233 - 1315): Blanquerna; Libro de las maravillas del mundo; Libro de la orden de caballería; Libro del gentil y los tres sabios; Ars magna et arbor scientiae; Libro del amigo y el amado; Libro de la contemplación.
Francia
• Anónimos:
• El romance de Alexandre
• El romance de Tebas
• El romance de Eneas
• El romance de Troya
• Ciclo de la vulgata o Lancelot en prosa (Historia del santo Grial; La historia de Merlïn o Merlïn en prosa; Lanzarote; La demanda del santo Grial; La muerte de Artur)
• Ciclo de la post-vulgata o Tristán en prosa (Historia del santo Grial; La historia de Merlïn o Merlïn en prosal seguido de Huth-Merlin; La demanda del santo Grial; La muerte de Arturo).
• Chrétien de Troyes (1135 - 1183): Percifal o el cuento del Grial; Erec y Enide; Lancelot o el caballero de la carreta; Yvain o el caballero del León.
• Guillaume de Lorris (c. 1200 - 1240): El rrmance de la rosa.
• Huon de Villeneuve (¿? - ¿?): Los cuatro hijos de Aymón; Reinaldo de Montalbán.
• Jean Chopinel o de Meung (¿1240? ‑ 1305): El romance del rosa.
• Jehan Bodel, “Jean de Arrás” (c. 1165 - c. 1210): El hada Melusina.
• Margarita de Valois y de Navarra (1492 - 1549): El Heptamerón.
• Robert de Boron (¿? - ¿?): El mago Merlín; José de Arimatea.
España
• Anónimo: Libro de Alexandre; Libro de Apolonio
Holanda (Flandes)
• Jan van Ruysbroeck (1293 - 1381): The Adornment of the Spiritual Espousals; The Sparkling Stone; The Book of Supreme Truth.
• Sor Beatrijs de Nazareth (1200 - 1268).
• Sor Hadewych (¿? - ¿?).
Inglaterra
• Anónimo: Mabinogion, Flores y Blancaflor; Havelock el danés; Sir Tristrem.
• Robert o Richard de Wace (c. 1120 - 1175): Roman de Brut o gesta de los bretones; Roman de Rou o gesta de los normandos.
• Thomas de Bretaña (¿? - ¿?): Tristán
• Walter Map (¿1130? - ¿1210?): Lanzarote del Lago.
Italia
• Anónimos: Tristano Riccardiano.
• Angel di Foligno (1248 - 1309): El libro de la divina consolación.
• Rustichello da Pisa (¿? - ¿?): Les prophécies de Merlín (1274); Compilation arthurienne (1272)
Narrativa cortesana de aventuras amorosas:
Las narraciones entre 1624 y 1663 ofrecen diversas cosmovisiones: más simples y ajustadas en Camerino y más complejas y abiertas en Andrés de Prado. Hay indicios de que a lo largo del siglo se van alterando las funciones asignadas, dentro de los esquemas narrativos, a determinadas clases sociales: de la nobleza, en beneficio de una burguesía mercantil o de los nobles venidos a menos. También parece significativa la evolución en la ambientación: el novelista va pasando de los espacios tópico-míticos al costumbrismo de los urbanos consuetudinarios. Esto es síntoma de que la novela va asimilando unos presupuestos sociales, de que va derivando hacia un tipo de narración menos brillante, literariamente hablando, pero mucho más efectivo como matriz de lo que posteriormente se llamará novela de consumo. Esta novelística posee una gran importancia no sólo literaria, sino también documental para el conocimiento sociológico de la época. En muchas de estas obritas se percibe el sentimiento de decadencia de la sociedad aristocrática y el surgimiento de un nuevo tipo de valores, los de la burguesía.
Una cuestión importante es la que se refiere a la adscripción genérica, ya que en todos los relatos hay mezcla de lírica y prosa; y, por otro lado, están concebidos según reglas internas flexibles y susceptibles de variación. No se registran normas aplicables a un género determinado sino la mezcla de ellos. Y es precisamente la forma que les imprimen sus autores lo que las dota de una originalidad sin igual, rasgo que retomarán los románticos en el siglo XIX. Al igual que los “novellieri” italianos, intentan los autores dar a sus historias una apariencia de realidad y, como éstos, muchas veces inventan los hechos, a pesar de que dicen haberlos oído e, incluso, haber asistido a ellos. También se podría hablar más de cuentos que de novelas, pero cuentos instructivos y morales, ya que es manifiesta, a lo largo de ellas, la preocupación retórica por el uso del lenguaje y el deseo de acomodar el estilo a un público específico, el de la corte. Se observan, también, las huellas del género dramático en la presencia de los diálogos y resúmenes en prosa del argumento de sus actos. Por ello, se pueden clasificar también como novelas dialogadas que expresan su acción mediante la prosa. Se observan, además, influencias de la novela pastoril dentro de este género. Si se quiere, también se podrían llamar historias entretenidas, –en el sentido inglés no de “history” sino de “story”– que responden a la finalidad perseguida por los autores en sus obras teatrales.
Dos pilares fundamentales sustentan las novelas de aventuras amorosas: el amor y el honor, la honra; temas a los que se unen la aventura, los lances, los encuentros inesperados, los descubrimientos que hacen los personajes de su nueva identidad. Se imitan el modo y los modelos italianos pero con asuntos de índole nacional. Resulta difícil la individuación de un núcleo central que ilumine cada una de estas novelas por entero, pues las historias tienen vida por la acumulación de motivos variados y de tonos plurales: armas y amores, épica y sentimientos, realismo y lirismo.
En cuanto a la estructura externa de las novelas cortesanas, hay que destacar la función de la versificación intercalada. Ésta es parte integrante de los relatos que en el cuento oral cumpliría la función de intermediarios líricos, romances, según el modelo de la novela pastoril. Se introduce, con ella, una variedad que atenta, al igual que las digresiones contra la unidad del relato, que si bien a simple vista parecen dificultar la concentración en el argumento, a medida que se avanza en la lectura, es apreciable que se profundiza la impresión y se anima, dinámicamente, la relación ante sus oyentes. Mediante las digresiones, se intenta acercar al lector hacia un pensamiento y consideración determinados. Éstos proporcionan una perspectiva a la ficción, bajo el significado de las muchas convenciones que los autores tácitamente adoptan.
La problemática interna de estas obras –como en la novela bizantina o, si se quiere, el conflicto planteado en la novela en general– suele ser, en un principio, amoroso, con una neta tendencia al idealismo en las relaciones. Estos textos se centran en las aventuras de un solo protagonista, si bien presentan historias o narraciones intercaladas. El itinerario, la peregrinación que han de seguir los personajes –tal y como expresa– está escogida con todo cuidado, y así dependerá de los países que recorren la colocación de las diferentes historias añadidas, ligadas hipotácticamente, de acuerdo con la estética barroca, a la aventura principal.
Los personajes están al servicio del sentimiento amoroso y éste se convierte en manía y acaba en muerte, violencia, crueldad inhumana. Actúan dejando ver que defienden su honra a toda costa. Los protagonistas masculinos son bien parecidos, educados, no siempre ricos, características que corresponden al galán. Al final de cada novela, se pasa revista a la conducta de los diversos personajes y precisa exactamente las enseñanzas morales que el lector puede deducir de la acción y omisión de cada cual.
En síntesis, se puede decir que estas novelas están caracterizadas por un idealismo artístico inusitado en el contexto de la estética expresiva del Barroco, y por una psicología muy profunda que se manifiesta en cuadros de costumbres admirablemente pintados. Hay un deseo extraordinario por parte de los autores de interioridad y de captar la esencia de las cosas en toda su pureza ideal. Al lado de una realidad ideal y abstracta, se disponen ciertos elementos reales: objetos, acciones, composición del personaje, etc.
Japón
• Ihara Saikaku (1642 - 1693): World Within Walls; The Floating World in Japanese Fiction; The Great Mirror of Male Love; Some Final Words of Advice; Life of an Amorous Woman; The Japanese Family Storehouse; Five Women Who Loved Love.
España
• Alonso de Castillo Solórzano: Tardes entretenidas (1625)
• Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo: Don Diego, de noche.
• Andrés de Prado (¿? - ¿?).
• Andrés Sanz del Castillo (¿? - ¿?).
• Antolínez de Piedrabuena (1603 -1676): Universidad de amor y escuelas de interés: verdades soñadas o sueños verdaderos: al pedir de las mujeres.
• Baltasar Altamirano y Portocarrero: Firmeza en los imposibles y fineza en los desprecios; Entre Dionisio e Isabela
• Baltasar Mateo Velázquez (¿? - ¿?).
• Diego de Agreda y Vargas (¿? - ¿?).
• Francisco Loubayssin de Lamarca (1588 - 1660): Engaños deste siglo (1615); Historia tragicómica de don Enrique de Castro (1617); Las aventures Heroiques et amoreuses du Comte Raymond de Tolouse et de Dom Roderique de Vivar (1619).
• Félix Lope de Vega y Carpio (1562 - 1635): La Dorotea; Las fortunas de Diana; La prudente venganza; La desdicha por la honra; Guzmán el Bravo; Novelas a Marcia Leonarda.
• Francisco de Lugo y Dávila (¿? - ¿?).
• Francisco Jacinto de Funes y Villalpando (¿? ‑ ¿?).
• Gabriel Téllez (Tirso de Molina): Los cigarrales de Toledo (Los tres maridos burlados - ; Deleitar aprovechando (El bandolero - La patrona de las musas - Los triunfos de la verdad)
• Ginés Carrillo Cerón (¿? - ¿?).
• Ginés Campillo de Bayle (¿? - ¿?) Gustos y disgustos del lentiscar de Cartagena.
• Gonzalo de Céspedes y Meneses (1585 - 1638): Poema trágico del español Gerardo y desengaño del amor lascivo (1615); Historias peregrinas y ejemplares con el origen, fundamentos y excelencias de España, y ciudades adonde sucedieron (1623).
• Iván Enríquez Zúñiga (¿? ‑ ¿?).
• Jacinto Abad de Ayala (¿? - ¿?).
• Jacinto Arnal de Bolea (¿? - ¿?).
• José Camerino (¿? - ¿?): Novelas Amorosas.
• José de la Vega (¿? - ¿?).
• José Ortiz de Valdivieso y Aguayo (¿? - ¿?).
• Juan Cortés de Tolosa (¿? - ¿?).
• Juan Pérez de Montalbán (1602 - 1638): Sucesos y prodigios de amor.
• Juan Izquierdo de Piña (1566 - 1643): Novelas exemplares y prodigiosas historias; Varias fortunas.
• Leonor Meneses Noroña, “Laura Mauricia” (¿? - ¿?).
• Luis de Guevara (¿? - ¿?).
• Luis Pacheco de Narváez (¿? - ¿?).
• María de Zayas y Sotomayor (1590 - 1661): La esclava de su amante; Novelas amorosas y ejemplares; Parte segunda del sarao y entretenimiento honesto.
• Mariana de Carvajal y Saavedra (¿? - ¿?).
• Matías de Aguirre (¿? - ¿?).
• Miguel Moreno (¿? - ¿?).
• Pedro de Castro y Anaya (¿? - ¿?).
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