Fulgencio Arguelles

...pues escribir las cosas era como inventar la máquina de multiplicar momentos...

Este libro con este nombre tan precioso fue Premio de Novela Café Gijón en 2003. Fulgencio Argüelles es un escritor asturiano al que nunca había leído y este debe ser su cuarto libro. No es la primera vez que escribe sobre la cuenca minera asturiana, pero también ha escrito novela histórica y relatos.
El palacio azul de los ingenieros belgas es una novela de formación en la que el protagonista, Nalo, nos cuenta su despertar a la vida sexual, social, laboral, política, en el contexto de la España de principios del siglo XX, desde la dictadura de Primo de Rivera hasta la revolución de octubre de 1934.
En cada uno de los ritos de paso es asistido por un personaje diferente que comienzan con su abuelo Cosme y su hermana Lucía, dentro del entorno familiar, que van dejando paso a otros protagonistas como el sabio jardinero Eneka, el ruso Basilio o la señorita Elena. Cada uno de ellos lleva una historia encima que conformará su personalidad y ayudará a Nalo a desarrollar la suya propia.
Toda la historia es contada por Nalo y por momentos, sobre todo al principio, tiene un halo a realismo mágico que no me ha molestado pero que salva a medida que el protagonista va enclavando su historia en la realidad del momento y su propia situación.
Novela brillante con cabos poéticos que delimitan los muchos instantes que conforman una vida concreta en un lugar singular y en una época de incertidumbres que merece la pena conocer.
… (mere)

Melendo, joven heredero del conde asturiano Numio, atraído por la sabiduría de los textos literarios y filosóficos del monje Flaino y por las enseñanzas del príncipe errante Magilo, tendrá que decidir entre Niria, hija de un alfarero y amor de su vida desde la niñez, y el inquietante magnetismo de Lena, hija del conde Gesabo, que es la opción deseada por su padre para unir ambas familias. En su lucha interior, las tensiones nobiliarias, la aún subyugante presencia de ritos precristianos y los embates de la naturaleza lo irán enfrentando a su madurez personal y dejarán un poso imborrable en su vida.… (mere)

Un día de septiembre de 1927, Nalo entró a trabajar en el palacio azul de los ingenieros belgas como aprendiz de jardinero. Las primaveras y las revoluciones llegaron al palacio antes que a ningún otro lugar e iniciaron al joven en la amistad y el amor, en la comprensión y el análisis. Fulgencio Argüelles, a través de un narrador certero que observa con ternura, nos acerca a los avatares personales e históricos de quienes vivieron y trabajaron en el palacio azul, y conforma un mundo particular que trasciende a lo universal, pues, como apuntó Eugenio d’Ors, «el alma popular es en todas partes la misma… (mere)