Inés Garland

Alma va todos los fines de semana, con sus padres, a su casa en el Tigre. allí conoce a Carmen y a Marito,dos hermanos que viven con su abuela, en una casa muy sencilla. Las aventuras por el Delta,el despertar del amor y el fin de la inocencia los unen estrechamente, mas allá de las diferencias sociales y económicas.
una novela que acompaña a una joven en su trancision hacia la vida adulta:el desacuerdo con la familia,la búsqueda de la propia identidad, mas allá del cómodo circulo social que lo rodea, la ominosa realidad a la que despierta un buen día,y de lo cual no hay retorno… (mere)

Nina y Milo tienen once años y son primos, a los dos les encanta jugar en el parque del Rosedal donde han conocido a Gudrek, un vagabundo rumano que duerme bajo la estatua de Schevchenko con su gato Bubba y sus dos perros, Yáñez y Fausto. Según Nina todo marcha bien hasta que se topan con el chico de negro, que está haciendo fotos de las personas y sus animales en el parque. A ninguno de los dos les da buena espina así que se proponen descubrir quién es y qué hace exactamente.
Lo malo es que en unos días irán a Colonia a visitar al abuelo Tato, por lo que no podrán continuar sus averiguaciones. Allí, el abuelo, les dará las primeras lecciones para trabajar la telepatía y descubrirán que Nina posee un don especial.

¿Qué tienen en común los sueños de Nina con el paseador trucho? ¿Por qué López quiere tanto a Nina? ¿Funcionarán las sesiones de telepatía con el abuelo Tato?

Una historia de aventuras y suspense con persecuciones, personajes misteriosos y extraños sueños reveladores que enaltece la figura de las mascotas y que manifiesta el error de muchos dueños al no prestar la adecuada atención a las necesidades de sus animales.
Nina nos va contando en primera persona el acontecer de los hechos y lo que experimenta con la llegada de su nueva mascota. Nos enseña, además, que a pesar del miedo que uno pueda sentir vale la pena seguir adelante y que a veces el más asustadizo puede resultar el héroe.

Inés Garland, nacida en Buenos Aires, no se ve como una escritora al uso, puesto que tenemos una “imagen equivocada de lo que es un escritor, te venden una imagen que no es, son tan diferentes como lo somos las personas“. Y algo de razón tiene ya que su escritura se distingue por ser natural y expresiva, por inmiscuirse en las sensaciones y pensamientos de sus personajes sin que ello altere el transcurso de la trama. Por medio de las palabras y expresiones consigue que entendamos casi a la perfección lo que el personaje percibe.
Me parece destacable la precisión con la que describe el comportamiento canino en cada una de las situaciones en que se encuentran los personajes principales, así como el amor que nace y crece con el paso del tiempo entre dueño y mascota:

“Él era el que más se daba cuenta de que éramos una manada”… (mere)